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25 October 2023

Infraestructura azul y verde en Barranquilla: Cómo está ayudando a la ciudad a adaptarse al cambio climático.

En la lucha contra el cambio climático, Barranquilla se está volviendo bicolor. La ciudad caribeña ha optado por impulsar su infraestructura azul y verde, un concepto de urbanismo para definir una red interconectada de paisajes naturales que proporciona servicios ecosistémicos, desde el control de inundaciones hasta la creación de hábitats para la vida silvestre. Medidas que contribuyen a mitigar los efectos negativos del cambio climático

Un grupo de personas observa el entorno de la ciénaga de Mallorquín

Vulnerabilidad y resiliencia son términos que conviene tener cercanos entre sí cuando se habla de cambio climático y Colombia lo sabe muy bien. De hecho, el país presenta la mayor recurrencia de fenómenos extremos de América del Sur y el 84% de su población está expuesta a dos o más amenazas, según el Banco Mundial. 

Barranquilla, al ser una ciudad costera, es particularmente frágil a ciertos eventos como las inundaciones, los huracanes y las olas de calor, potenciados por el progresivo aumento de la temperatura, que en Colombia se estima que aumente 1,4 ºC para 2040 y hasta 3,2ºC para 2070, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia. 

 

La urbanización acelerada y mal planificada, la proliferación de asentamientos informales y el aumento de la densidad de población en zonas costeras contribuyen a que los riesgos crezcan y las consecuencias sean más graves.


CÓMO PUEDE AYUDAR LA INFRAESTRUCTURA AZUL Y VERDE

Entrando al detalle de los colores, la infraestructura azul y verde es una estrategia de planificación urbana centrada en el uso sostenible de los recursos hídricos y la integración de áreas naturales en el entorno urbano. Esto implica el diseño de áreas verdes y cuerpos de agua, así como la gestión adecuada de las aguas pluviales. La combinación de estos elementos ayuda a reducir la contaminación, mitigar inundaciones y el calor, aumentar la biodiversidad, fomentar la cohesión social y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.

Ciudades de todo el mundo han abrazado la infraestructura azul y verde. Copenhague, ha transformado sus canales en una red de espacios públicos verdes e implementado sistemas de drenaje urbanos sostenible. Singapur, ha impulsado un sistema que almacena y purifica las aguas pluviales y residuales. El parque La Marjal, en Alicante, no solo sirve como zona de ocio, sino que actúa como tanque de tormentas en caso de lluvias intensas. 

LOS PROYECTOS DE BARRANQUILLA

Para hacer frente a estos desafíos, la cuarta ciudad más poblada de Colombia está impulsando dos proyectos de infraestructura azul y verde para recuperar dos de sus activos ecológicos más importantes: el sistema de caños y la ciénaga de Mallorquín. Para ello, cuenta con el apoyo de LAIF City Life, una iniciativa impulsada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Comisión Europea que subvenciona la elaboración de los estudios técnicos necesarios para impulsar la ejecución material de los proyectos.

El proyecto, "Espacio público para la recuperación integral de los Caños Mercado y Ahuyama" incluye la limpieza, la restauración hidráulica, el mejoramiento paisajístico y la restauración ecológica del sistema de caños. El objetivo es transformar el entorno de los caños en un parque lineal que revitalice el centro de Barranquilla, mejore la calidad del aire y del agua, y proporcione un espacio público de recreación.